Dicen, por ejemplo, que siguen pensando "que la Religión debe quedar fuera
de la escuela y que es necesario dedicar todo el horario escolar al
curriculum". ¿Habrá que recordarles que para dedicar todo el horario al
curriculum no es necesario que la Religión quede fuera del horario escolar? ¿No
saben de sobra que la Religión forma parte del curriculum escolar y que, con el
resto de las materias cumculares, contribuye a la adquisición de las
competencias básicas por parte del alumnado? Una educación digna de tal nombre
debe proporcionar una formación que abarque todas las dimensiones de la
persona, incluida la dimensión religiosa. Lamentablemente, nuestro sistema
escolar posibilita que salgan de la escuela jóvenes analfabetos, en lo que
concierne a lo religioso. Ignorar la presencia del hecho religioso y su
influencia en la sociedad, el arte y la cultura es un error grave que hay que
corregir cuanto antes. Afortunadamente muchas familias han optado por una
formación integral e incluyen la asignatura de Religión en el itinerario
auricular de sus hijos e hijas.
Estas
familias, se supone, también están representadas por EHIGE y sus derechos
tendrían que ser defendidos de igual manera; pero EHIGE parece que se ha
empecinado en una cruzada laicista intolerante y no está por la labor de
representar y defender a todas las familias por igual. Por el contrario,
parecen querer negar a estas familias el derecho a que sus hijos e hijas tengan
la educación que por ley les corresponde en la escuéia pública. Y ese es un
grave error porque la escuela pública ha de ser el lugar de todos y todas, ha
de ser un reflejo de la sociedad. Parecen querer expulsar de la escuela pública
a las familias que tienen un concepto de formación integral, que contempla
todas las dimensiones de la persona, transmitiendo la idea de que no hay lugar
para esa educación en la escuela pública, que ha de ser la escuela de todos y
todas.
Nos previenen luego para que no
confundamos "la obligación que tienen los poderes públicos de garantizar
el derecho a recibir la formación religiosa que esté de acuerdo con las
convicciones de cada persona, con el hecho de que ésta haya de impartirse en el
ámbito educativo, en horario lectivo y separando al alumnado en grupos en
función de sus creencias religiosas".
La Religión se da en la escuela y
dentro del horario escolar de acuerdo con la legislación vigente y con el
sentido común que impera en Europa. Así pues, no es que no veamos la diferencia
entre que se dé Religión y el hecho de que se imparta en la escuela. Muy al
contrario, consciente de la conveniencia de que todas las materias curriculares
que concurren en la formación integral del alumnado sean impartidas en el
ámbito que le es propio, el buen juicio del legislador y del ciudadano europeo
en general, incluido el nuestro, ha determinado que también la Religión sea
enseñada en la escuela.
La
asignatura de religión en la escuela está plenamente justificada y no hay que
confundirla con la catequesis u otras enseñanzas religiosas, como
interesadamente se
hace
desde EHIGE. En la asignatura de Religión se imparte un
programa para acercarse al hecho religioso, descubrir su importancia para la
vida tanto en las expresiones culturales (arte, literatura, legislación,...) como en sus valores morales (defensa de la
dignidad humana, libertad, amor, entrega, generosidad, luchar a favor de la
justicia, espíritu crítico, amistad, perdón, fraternidad universal,
solidaridad,...), desde claves escolares accesibles tanto al alumnado creyente
como al no
creyente, incluidas las cosmovisiones agnósticas y
ateas. En cambio, las parroquias, mezquitas,
sinagogas, centros de culto o iglesias se centran en los puntos más
puramente doctrinales de la fe y en la vivencia de la Religión determinada por la adhesión personal a la misma. Si en EHIGE saben que el ámbito
escolar y el ámbito del centro de culto son diferentes ¿por qué intentan
mezclarlos?
El Foro Erelgune también reivindica
la escuela como agora cultural, pilar de la socialización humana y punto de
partida para la creación cultural en su más amplío sentido, incluido el
desarrollo y expresión del pensamiento. Somos, por tanto, los primeros interesados
en que los centros escolares no se conviertan en centros de adoctrinamiento
ideológico de ningún tipo, sea éste religioso o no religioso (político o
ideológico), que vaya más allá de los valores fundamentales en los que se
asienta nuestra convivencia. No sería ocioso que en EHIGE compartieran ese
mismo interés.
EHIGE tendría que velar para que no se produjera ningún
tipo de adoctrinamiento ideológico en la escuela pública. Pero para ello no
debería acusar a unos profesionales en su conjunto, marcándoles con una especie
de estrella amarilla, propia de otros tiempos; basta con denunciar los casos
concretos de posibles adoctrinamientos indeseables, no sólo religiosos, sino de
cualquier otro tipo. Esa sería una buena labor para EHIGE, y no poner bajo sospecha
a todo un colectivo de profesionales.
Los
editores de la revista afirman que se separa al alumnado en función de sus
creencias religiosas y s&ben que es falso. Al alumnado se les separa en
grupos de acuerdo con sus preferencias académicas, no por sus creencias
religiosas, tal y como se hace con el resto de las asignaturas optativas.
Cuando alguien, libremente, marca en la "casillita" de Religión, que
algún centro escolar que otro esconde descuidadamente a ver si se pasa sin
marcar, no está haciendo una profesión de fe, está eligiendo un
modelo/itinerario educativo más completo. Y la familia que opta por la
asignatura de Religión puede ser creyente o no creyente. Son familias que
quieren lo mejor para sus hijos e hijas y quieren que en su itinerario de
estudio se contemplen todas las dimensiones de la persona, incluida la
dimensión religiosa. Querer eliminar este derecho de las familias es un acto de
intolerancia y de discriminación que tendría que hacer recapacitar a los
dirigentes de EHIGE porque son también los representantes de esas familias.
Cuando los que detentan cargos de gobierno (aunque sea a pequeña escala como
puede ser EHIGE) se olvidan de los anhelos y deseos de todos los representados
e intentan utilizar simplemente el criterio de mayorías para imponer su propia
visión ideológica están en camino de
desnaturalizar la organización a la que representan, de convertirla en algo muy
alejado de aquello para lo que fue concebida.
Afirman también en la revista que se
obliga al alumnado que no desea recibir educación religiosa a ocupar ese tiempo
en actividades no curriculares. En esto estamos de acuerdo, pues esta solución
es impensable en la mayoría de los países europeos. De hecho incluso hay países
en que la asignatura de Religión es obligatoria para todo el alumnado, eso sí,
con la posibilidad de elegir entre la asignatura de Religión confesional
o no confesional. Esos
países incluyen en el currículo la asignatura de Religión con la intención de
formar ciudadanos competentes incluso en esa importante área de la cultura.
La falta de tolerancia de algunas actitudes respecto de
la enseñanza de la Religión en la escuela, no es sino un signo de la necesidad
de la educación en valores que la Religión, aunque no sólo ella, promueve.
Con el
objetivo de impulsar el conocimiento del hecho religioso y la variedad cultural
que el mismo ha producido a lo largo de la historia, hace algunos años desde el
gobierno del Estado se trató de incluir en la educación el conocimiento del
hecho religioso en una sola área en dos versiones, una confesional y otra no
confesional. Tanto una como otra habrían sido curriculares, lo que había
generado amplios consensos en el mundo de la educación. El intento quedó
frustrado por el cambio de gobierno. Y de la negativa a seguir esa vía surgió
la posibilidad, convertida en triste realidad, de que una buena parte del
alumnado acabara sus estudios tam cuam tabula
rasa, analfabeto en lo que se refiere al conocimiento de la religión,
debido a que se imparte una Alternativa sin carga curricular. Sería deseable
que se volviera a aquél proyecto de dos versiones, (la confesional y la no
confesional), que estaría más en consonancia con la práctica educativa del
resto de Europa y no dejar a este país en la ignorancia del fenómeno religioso
y de su influencia en la sociedad.
Los
redactores de EHIGE confunden en otro lugar
derechos de unos y deseos de
otros. En efecto, se quejan de que se obligue al alumnado que no desea recibir
educación religiosa a ocupar ese tiempo en actividades no curriculares,
"favoreciendo que el deseo de unos atente contra la libertad y derechos de
otros". Confunden intencionadamente el
deseo que algunos en EHIGE tienen de que en el tiempo de la Alternativa
se dé materia curricular, con un supuesto
derecho. ¿Dónde está el soporte legal de tal derecho? ¿En qué base
argumental se apoyan? Haría falta algo más que el recurso al manido
"estado laico" que, en su concepción, impide albergar la Religión
dentro de la escuela. Europa es un buen ejemplo de la compatibilidad de
Religión en la escuela y laicidad bien entendida, como ya hemos indicado más
arriba. Y confunden maliciosamente, por otra parte, el derecho que se tiene a elegir Religión, con
fundamento legal del más alto rango, con un mero deseo de recibir tal educación religiosa.
Se arrogan, a ellos mismos, derechos inexistentes y reducen, a los otros,
derechos reconocidos en Europa a simples deseos.
En la revista de EHIGE nos recuerdan que se puede dar el
curriculum si nadie solicita Religión. Se aprovechan ilegítimamente de una nota
que la Delegación de Educación envió a los centros educativos sin medir, quizá,
sus consecuencias. En la nota se contemplaba el caso de que nadie solicitara
Religión, admitiendo, si así fuera, que se utilizaran esas horas para reforzar
otras materias curriculares. Se abría así desde Delegación un resquicio para
sortear la ley, que prohibe expresamente dar materias curriculares en la
Alternativa. En la nota de Delegación se observa claramente que el refuerzo de
otras asignaturas sería consecuencia
del hecho de que no hubiera alumnado en Religión. Por el contrario, la
utilización que en la revista de EHIGE se hace de la nota de Delegación altera
completamente su sentido y trata de convertirla en causa de que el alumnado no se apunte a
Religión, con el estímulo del refuerzo curricular que se daría en lugar de la
Alternativa.
Aprovechamos la ocasión para
pedir a la Administración una mayor claridad. Como ya hemos dicho, la ley
prohibe expresamente dar materias curriculares en la Alternativa. Diferentes
sentencias hablan de la equiparación de la asignatura de religión al resto de
las enseñanzas fundamentales, y de que el hecho de recibir la asignatura de
religión no ha de suponer ninguna discriminación. La Alta Inspección del
Gobierno Vasco tendrá que definirse y exigir el cumplimiento de la legislación
educativa estatal. ¿Van a permitir que la situación continúe deteriorándose? ¿O
van a optar por el desacato y por dotarse de una "norma" particular
al respecto? Lo que no pueden hacer es eludir su responsabilidad, máxime cuando
la revista de la que estamos hablando ha sido realizada con fondos públicos del
Departamento de Educación y ha sido distribuida por tutores, funcionarios de la
Administración muchos de ellos, y sujetos por tanto de manera especial a lo que
la ley dicta.
Concluyendo, podemos entender
que tanto en EHIGE como en otros colectivos e instancias haya personas que
sigan pensando "que la Religión debe quedar fuera de la escuela",
como se manifiesta en esa revista, y que traten de extender sus convicciones.
Pero creemos que a todos, a ellos también, nos es exigible unos modos y
procedimientos respetuosos con la verdad de los hechos y con las leyes, que
marcan el terreno común de una sociedad plural, en el cual personas con
opiniones diferentes tenemos que convivir. Si la legalidad existente no es de
su gusto, promuevan su modificación. Pero, mientras tanto, aténganse
honestamente a las normas que todos nos hemos dado. La máxima del respeto es la
que ha de imperar. Cuando se pisotean derechos (aunque sea de minorías) que
además están amparados por la legislación vigente, se inicia el camino hacia
una sociedad intolerante y excluyente que no se sabe en qué terminará.
* erelgune
1 @yahoo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario