lunes, 8 de abril de 2019

Necesidad conocimiento religioso desde el ateísmo.


    
https://drive.google.com/open?id=1MnAUuO6SqN7ROlBNeOZWUp9S8ajEF_3y
        En ACEPRENSA, el 26-12-2018 se publicó la referencia a las reflexiones que una profesora universitaria desde su convicción de atea militante hace sobre la necesidad del conocimiento religioso en la escuela.

            Hemos de agradecer a los compañeros de la Plataforma de Navarra que hayan compartido esta noticia y destacarla entre las numerosas noticias que nos rodean. 
        En el contexto actual, es interesante recuperar esta reflexión con el fin de suscitar una reflexión seria sobre el vacío que se está creando en las escuelas cero horas. Que haya generaciones enteras analfabetas religiosas no es un avance social, sino un retroceso. Esperemos que entre todos y todas podamos poner fin a este vacío cultural.



La estadounidense Camille Paglia, profesora de Humanidades en la Universidad de las Artes (Filadelfia), valora altamente la importancia del conocimiento de las religiones para cualquier graduado en educación superior. De hecho, entiende que “la religión comparada es el verdadero multiculturalismo, y debe instalarse en el core curriculum de todo programa universitario”.
En una entrevista para Spectator, la investigadora critica la tendencia a excluir la religión de la enseñanza. “Desde mi punto de vista, tanto de atea como de profesora universitaria, el humanismo secular ha sido un fracaso total. Demasiados jóvenes educados en hogares liberales y acomodados están llegando a los colegios de élite y a la universidad con personalidades sin formar, marcadas por la frivolidad y con perspectivas sorprendentemente estrechas acerca de la existencia humana, confinadas a políticas identitarias incendiarias y divisivas”.
Paglia recuerda que, en la contracultura de los 60, floreció el interés por el hinduismo y el budismo, “pero gradualmente se disipó, en buena medida porque aquellos que se decían atraídos por la ‘conciencia cósmica’ quedaron incapacitados por el consumo excesivo de drogas”.
“Estoy convencida –subraya– de que toda persona educada debe estar familiarizada con los textos sagrados, con los rituales y el sistema de símbolos de las grandes religiones del mundo – hinduismo, budismo, judeo-cristianismo e islam–, y de que sin tales conocimientos no puede haber una verdadera perspectiva global”, que permita comprender las distintas culturas.
En tal sentido, critica lo que denomina la “religión” de los campus universitarios de hoy día: el nihilismo, “un postestructuralismo destructor de los significados, cuyo ídolo, el monótono Foucault , tenía un conocimiento cercano a cero de cualquier cosa anterior o que fuera más allá de la Ilustración europea”.