jueves, 6 de junio de 2013

Respuesta a Sarean, BIHE y EHIGE



Ante el artículo aparecido en la prensa del día 21 de mayo, en el que se informaba de que varias organizaciones estaban realizando una campaña informativa a los padres-madres de los alumnos y alumnas de bachillerato que no apuntaran a sus hijos e hijas a la asignatura de religión, desde Erelgune queremos manifestar lo siguiente.


El derecho a elegir el tipo de educación que se desea corresponde a los padres-madres o tutores o, dependiendo de los casos, a cada alumno. Por tanto, consejos, avisos, recomendaciones, o lo que fuere lo que estas organizaciones hacen, está de más, porque no les corresponde y porque presupone que los responsables últimos de esta decisión carecen de criterio para decidir por sí mismos.
La gestión del presupuesto de educación...



 le corresponde al Gobierno Vasco. Los dos millones de euros que, dicen, se ahorraría el departamento de Educación suprimiendo la asignatura de Religión y la Alternativa no son de su incumbencia. Desde nuestro punto de vista, ese dinero, si es tal, está bien empleado así; en primer lugar, por el contenido de la propia asignatura de Religión y, en segundo lugar, porque así se cumple la ley. Alguna de esas organizaciones podría renunciar, si quisieran, al dinero que reciben de la Administración y que lo están utilizando para esas campañas “informativas”. Para esa decisión sí serían competentes.
Las tres organizaciones manifiestan “su máximo respeto a las creencias religiosas de todas las personas pero exigen que la religión salga del currículum escolar”. Miren, permítannos una puntualización. No necesitamos el respeto a las creencias. Las creencias, como las opiniones, pueden ser compartidas, rechazadas, debatidas…Lo que demandamos de ustedes es que respeten a la ciudadanía que desea que la asignatura de Religión esté en condiciones equiparables al resto de las áreas de conocimiento (como ocurre en la mayoría de los países europeos). También les pedimos que respeten a los que no participamos de su visión de la educación y que respeten, también, en nuestras creencias y en nuestras opiniones. Es decir, que nos respeten como personas y como ciudadanos, como sujetos de derecho en un estado democrático.
Ese respeto implica al menos un par de cosas: A) Obrar de buena fe, y B) Respetar la ley. Afirmaciones como que (1) “se separa a los alumnos en base a sus creencias”, o (2) que el profesorado de religión es “habilitado” para impartir otras asignaturas, o (3) sugerir que ha accedido a la docencia de manera tramposa, no son muestra de la buena fe que implica el respeto.
(1) Dar Religión o la Alternativa no depende de las creencias del alumnado, sino de la elección que haya hecho. De hecho, hay alumnos y alumnas creyentes, agnósticas y ateas en la asignatura de Religión y se vive como una situación normal, pues la convivencia desde la pluralidad facilita el aprendizaje del hecho religioso y de sus aportaciones en diversos campos de la vida y del conocimiento.
(2) Al profesorado de Religión se le permite impartir otras asignaturas, después de que estuvo años injustamente inhabilitado para ello, lo mismo que se le permite al de Latín dar Lengua Española, o al de Matemáticas dar Informática. Las habilitaciones y las afinidades son aplicables para todos los docentes. Por tanto, también para el docente de Religión. La Administración tiene que rentabilizar al máximo sus recursos humanos.
(3) La situación laboral del profesorado de Religión es tan legal y legítima como cualquiera de las situaciones laborales de los demás docentes (funcionarios, interinos, sustitutos, “laborales docentes publificados”…). Cada grupo de docentes ha superado “su propio proceso”. En el caso del profesorado de religión ha accedido a su destino mediante adjudicaciones públicas desde listados del propio Gobierno Vasco en el que el colectivo ha sido baremado en base a antigüedad y formación académica.
B) En cuanto al respeto a la ley, dos cosas, una para los Directores de Secundaria y de Primaria y otra para el Departamento de Educación. Recordemos que la enseñanza de la Religión en la escuela pública tiene un basamento legal innegable y está legitimada, incluso, desde una concepción laica del Estado. No hay más que mirar a Europa para corroborarlo: la Religión está presente en la escuela pública laica europea. Y en el mismo artículo se reconoce que la impartición de la Religión y de la Alternativa en bachillerato viene como consecuencia de una sentencia del Tribunal Supremo.
Teniendo en cuenta la situación legal de la Religión, desde Erelgune demandamos firmemente de los funcionarios empleados y pagados por la Administración pública, incluidos muy especialmente los Directores de Secundaria y de Primaria de la red pública, que cumplan escrupulosamente la Ley, la misma que da cobertura a su sueldo. Porque a la falta de buena fe le corresponde el reproche moral, pero a la trasgresión voluntaria de la ley le cabe la denuncia legal. Dejen que el alumnado de bachillerato elija libremente Religión o la Alternativa.
Instamos al Departamento de Educación del Gobierno Vasco a que garantice el cumplimiento de sus propias leyes y ordenamiento jurídico.

FORO ERELGUNE
erelgune@yahoo.es

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