Palma, 21 sep (EFE).- Los centros públicos de Baleares deberán ofrecer una asignatura alternativa a la de religión en los cursos de bachillerato, según estipulan dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de las islas que resuelven sendos recursos del Obispado de Ibiza y de una asociación católica contra un decreto de 2008.
Las sentencias, fechadas este mes, responden a dos
de los siete recursos presentados por los obispados de las islas y por varias asociaciones
católicas, según ha explicado hoy en rueda de prensa el portavoz de Escuela
Católica, Marc González, quien ha hecho un llamamiento a la Conselleria de
Educación a que acate la sentencia y no la recurra al Tribunal Supremo.
En los recursos del Obispado de Ibiza y de la Confederación de
Federaciones y Asociaciones de Familias de la Escuela Católica
de Baleares, que son iguales a los cinco restantes, se pedía la anulación de
una disposición del decreto de 82/2008 de la Comunidad, que
establecía la estructura y el currículum de bachillerato en Baleares.
Las sentencias del TSJIB anulan solo
uno de los puntos de la disposición, en concreto el que dispone que los alumnos
que no opten a la asignatura de religión podrán quedarse en el centro durante
el horario asignado a esta enseñanza realizando actividades de estudio.
Según los recurrentes, esta disposición
vulnera el acuerdo entre el Estado y la Santa Sede de 1975, en el que se indica que el
plan de estudios de bachillerato debe incluir la enseñanza de la religión
católica en condiciones equiparables al resto de disciplinas fundamentales.
En su opinión, el decreto de 2008 no respeta esta
equiparación y trata la enseñanza de la religión
"discriminatoriamente", ya que no cuenta con una alternativa,
"lo que no ocurre ni con las asignaturas optativas". De esta manera,
alegan, el alumno que no cursa religión tiene más tiempo libre.
Además, según destacaban los recursos y hoy ha
recordado González, los institutos programan la religión a primera hora de la
mañana y a última de la tarde, cuando el resto de alumnos no están en el
centro, de manera que, en el 90 por ciento de los casos, no pueden usar el
transporte escolar.
Este decreto ha provocado, según
González, que el número de alumnos de religión haya pasado de los 277
registrados en el curso 2007/08 a los 86 del 2008/09, un notable descenso fruto
de la que ha considerado una "discriminación clara y palmaria que ha
causado graves perjuicios a los derechos de los alumnos y del
profesorado".
La Comunidad Autónoma se defendió de los recursos alegando que el bachillerato es una etapa
educativa voluntaria y que, por tanto, no se pueden obligar al alumno que
decide no cursar religión "a permanecer en el centro por la sola razón de
que sus compañeros han ejercitado una opción personal".
En sus dos sentencias, la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJIB da la razón al
Obispado y la
Confederación en cuanto a que el tratamiento que actualmente
se le da a la religión no es equiparable al resto de asignaturas, tal y como
estipulan los acuerdos con la
Santa Sede.
Además, explica que aunque el bachillerato es
voluntario, está sujeto a estos acuerdos y que la asignatura de religión,
"para disponer de las ineludibles -antes y por ahora- condiciones
equiparables a las disciplinas fundamentales, al
menos ha de
configurarse como optativa, es decir, con alternativa académica".
González ha instado por ello a la Conselleria a que
acate la sentencia y permita que se incluya una asignatura alternativa, aunque
ha reconocido que este curso será "complicado" hacerlo, y también le
ha pedido que los horarios se hagan "con sentido común y y con
equidad".
Según el portavoz de Escuela Católica, ya se
advirtió de esta "discriminación" a la Conselleria, pero
"no hubo manera" de que cambiara el currículum, una actitud que hizo
sospechar a la asociación de que había "un fondo ideológico" y una
"estrategia de partido".
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